La bioconstrucción en la adecuación de un local
¿Hasta dónde llevamos la bioconstrucción?
Este post describe una experiencia concreta, la aplicación de los principios de la bioconstrucción en un ámbito fuera de su espacio tradicional, como es el de la adecuación de un local en el bajo de un edificio residencial. Y es que la bioconstrucción no tiene por qué estar constreñida al ámbito de la vivienda unifamiliar o la bodega de diseño, debe ocupar un ámbito mucho más amplio en ese proceso global y deseable hacia la sostenibilidad… o al menos así lo creemos nosotros.
Una asociación de personas con discapacidad en busca de local propio
La ubicación del proyecto es singular; un local de 200 m2 en planta baja de un edificio residencial en el barrio pamplonés de la Rotxapea. Construido en modo convencional, aparece ante nosotros como un bunker de hormigón, y además con orientación predominantemente Norte…
El uso también difiere de lo habitual en temas de bioconstrucción; una asociación de personas con discapacidad física, la Asociación IBILI, pretente instalar su sede en este local, cedido por el Ayuntamiento de Pamplona-Iruña. El programa planteado consiste en una sala de usos múltiples, vestíbulo de atención al público, oficina, sala de reuniones y aseos. Ante la dificultad en la disposición de fondos, plantea un proyecto único para todo el local, que se desarrollará en dos fases (la primera de las cuales ya está finalizada en estos momentos).
El reto de la organización en planta en el diseño del local
La funcionalidad del local fue la principal premisa para la organización de la planta:
- Espacio común (ocio): Sala de usos múltiples y cocina (derecha).
- Espacio público (acceso): Vestíbulo, atención al público y aseos.
- Espacio privado (trabajo): Oficina y sala de usos múltiples.
- Espacio de servicio: Almacén (izquierda).
La accesibilidad tuvo una importancia fundamental no sólo en el desarrollo de los detalles de proyecto y obra, sino también en el diseño del local, para evitar desniveles en los accesos entre cota interior y exterior.
Se buscó, asimismo, un óptimo aprovechamiento de la iluminación natural para evitar al máximo la necesidad de uso de iluminación artificial, así como la facilitación de la ventilación manual, minimizando la dependencia de sistemas de ventilación mecánica.
Las instalaciones se simplifican y abaratan mediante la agrupación de cuartos húmedos (aseos y oficio) cerca de las tomas previstas en el edificio.
La geometría natural aporta un plus a la percepción sensorial
Aunque las posibilidades de diseño en un proyecto de estas características están muy limitadas por las preexistencias y la legislación, hemos podido incluir ciertos aspectos de la llamada geometría natural en medidas y proporciones del proyecto. El aspecto más visible puede ser la ventana de la sala de usos múltiples, con la proporción aurea en su perímetro y despieces, que incluye la espiral de Fibonacci recreada con vinilos translúcidos.
La elección de materiales: La principal aportación de la bioconstrucción a este proyecto
Si bien no se interviene en elementos clave de un edificio como estructura, cimentación o cubiertas, el acondicionamiento de un local exige una completa adecuación de los acabados interiores, cerramiento exterior e instalaciones, adecuándolos a las exigencias que el nuevo uso determina.
Empezaremos definiendo las particiones y trasdosados interiores de las paredes
Se realizaron con paneles de celulosa-yeso fijados mediante estructura de madera a las paredes existentes. El hueco se rellenó de guata de celulosa proyectada y se utilizó para el paso de instalaciones.
La alternativa convencional a este sistema sería la estructura metálica con paneles de yeso. El metal no sólo tiene un balance ecológico inadecuado, sino que potencia las radiaciones de alta frecuencia y altera el campo magnético terrestre. Los paneles de yeso habituales contienen elementos tóxicos que producen emanaciones, contribuyendo a la contaminación del aire interior. El sistema utilizado además permite la regulación de la humedad del aire interior por su higroscopicidad (capacidad de absorber o expulsar humedad).
En el trasdosado de fachada también se utilizó este mismo sistema, previo revoco de la hoja de ladrillo exterior con mortero bastardo (cemento y cal). Las propiedades de higroscopicidad y difusión de vapor de los materiales (placas de celulosa-yeso y celulosa proyectada) impiden condensaciones intersticiales y también problemas por posibles infiltraciones de agua de lluvia desde el exterior.
El acabado final consistió en una pintura con sello ecológico aplicada sobre las placas con una imprimación previa. A pesar del sello, contenía una pequeña cantidad de COV (Compuestos Orgánicos Volátiles) y resinas sintéticas, por lo que el acabado ideal hubiese sido una pintura totalmente natural (de arcilla, o al silicato…).
La adecuación del local requirió la elevación del suelo unos 50cm
Para ello que se utilizó un sistema de solera elevada con paneles cerámicos apoyados sobre tabiquillos conejeros. Aquí también se evitó la introducción de materiales inadecuados. El aislamiento térmico y acústico contra ruido de impacto se realizó con placas de fibra de madera colocadas bajo solera y sobre los tabiquillos. La solera se realizó con mortero bastardo, que reduce la presencia del cemento (y sus tóxicos) en obra y de esa manera mejora el comportamiento del material frente a la humedad. La consistencia de la placa de solera se logró con el empleo de fibras de polietileno evitando el mallazo metálico.
El acabado del suelo se realizó con linoleo, material completamente natural y, por lo tanto, sin emanaciones tóxicas. Ya que el linoleo requiere una base completamente lisa, se emplearon las placas de celulosa-yeso como base, sobre una capa de mortero de regulación. Desafortunadamente, en la zona de vestíbulo y aseos hubo que recurrir a baldosas cerámicas convencionales, ante la dificultad de aplicar otros pavimentos más naturales y a precios económicos.
Un paso adelante; carpinterías de madera para locales
Tanto las carpinterías interiores como las exteriores se han realizado en madera de pino con certificado FSC, demostrándose que también en este ámbito la utilización de la madera es posible. La madera tiene unas propiedades de regulación de humedad y confort térmico (aislamiento y temperatura superficial) mucho mejores que el aluminio o PVC, utilizados habitualmente en locales.
Sin embargo, requiere una protección frente a la lluvia y, principalmente, el sol. El tratamiento que han llevado estas carpinterías es de un barniz al agua con una garantía de 10 años.
Aunque esta solución es, sin duda, un paso adelante, no es la óptima según la lógica de la bioconstrucción. Deberíamos haber optado por una madera de mayor calidad (frondosas, por ejemplo) y con un tratamiento en base a aceites naturales. El precio quizás no hubiera sido el principal obstáculo para implementar esta solución; la necesidad de un mantenimiento constante (cada 2 ó 4 años) hizo desechar esta solución, ya que hubiera sido una carga excesiva para la propiedad.
El falso techo suspendido aporta no sólo un acabado, sino el necesario aislamiento térmico y acústico
Está configurado por placas de virutas de madera aglomeradas con magnesita, un material natural y con una elevada absorción acústica, lo que redunda en la reducción de la reverberación en el interior y aumento del confort acústico. Aunque hubiésemos deseado colocar como aislamiento térmico sobre el falso techo mantas de celulosa o cáñamo, hubimos de conformarnos con la colocación de lana de roca, con un precio unas 8 veces menor. Y es que el rigor presupuestario apremiaba… esta lana de roca no tiene unas adecuadas condiciones de higroscopicidad y siempre soltará fibras que contaminarán el ambiente, pero como material de aislamiento es de lo «menos malo» que hay en el mercado convencional.
Las instalaciones del local
La instalación de abastecimiento de agua potable se realizó con polietileno (PE) y la de saneamiento de polipropileno (PP), polímeros adecuados en bioconstrucción por garantizar la calidad de las aguas. Los tubos de calefacción se realizaron con polietileno reticulado (PEX).
En cuanto a la instalación de electricidad, se colocaron cables libres de halógenos o de alta seguridad frente al fuego, lo que evitará emanación de gases tóxicos en caso de incendio.
El ahorro y eficiencia energética han estado presentes en el proyecto
Las posibilidades de optimizar el uso de la energía ya estaban condicionadas desde el principio por el tipo de proyecto; la intervención en un edificio ya construido. La orientación del local, prácticamente hacia norte, impide la captación de soleamiento en invierno, que es la época de mayor consumo energético en este caso. Además, en verano, existen unas horas por la tarde de soleamiento directo que, si coincide con una ocupación alta, puede provocar una subida importante de la temperatura interior debido a cargas simultáneas.
Por ello, la estrategia de proyecto ha sido la de incidir en el aislamiento térmico y aportar una cierta inercia térmica. El aislamiento lo aportan unos espesores de materiales aislantes entre 8-12cm bien solapados entre sí para evitar puentes térmicos. Se ha elegido un acristalamiento de doble vidrio de doble hoja (6.6+14+4.4mm) con tratamiento bajo emisivo, con un valor de transmitancia térmica baja y una g media.
En cuanto a la inercia térmica, el aislamiento de suelo se ha colocado bajo solera, lo cual supone incluir dentro del volumen climatizado toda la masa de la solera elevada. Esto minimiza las oscilaciones térmicas dia-noche.
El sistema de calefacción consiste en una caldera de condensación estanca con combustible de gas natural, un sistema de radiadores dimensionados para trabajar a media-baja temperatura y con una regulación que permite obtener un buen rendimiento a la instalación. Este tipo de caldera supone una mejora por su mayor eficiencia energética, con respecto a calderas convencionales. Desde la óptica de la bioconstrucción deberíamos haber optado por calderas de biomasa, sin embargo se desechó esta opción por varios motivos. El primero de ellos era la falta de espacio en los patinillos para instalar la necesaria chimenea de evacuación de humos, así como su dificultad de colocación, realmente imposible según estaba ejecutado el edificio; la caldera estanca seleccionada tiene los conductos de toma de aire y expulsión de humos directamente desde la fachada. El segundo fue la necesidad de manejo manual del combustible, es decir, un mayor esfuerzo en el mantenimiento que supondría una carga para el funcionamiento normal de la asociación. Y el tercero, la propia disposición de instalación urbana de gas a la puerta del mismo local lo que hacía que fuese una opción económicamente más rentable en el corto y medio plazo.
Con todo, el sistema elegido es una mejora con respecto a la climatización por mezcla de aire con una bomba de calor, sistema que genera corrientes de aire, mayor circulación de polvo y sustancias nocivas, cargas electrostáticas, sequedad ambiental e ionización; es decir, un verdadero atentado contra la salud de los ocupantes. Sin embargo, nuestros cálculos nos aconsejaban la disposición de un sistema de refrigeración de apoyo para el verano en situaciones puntuales de alta ocupación, por lo que hubo que intalar un split de aire acondicionado… que esperamos sólo sea necesario en los días más calurosos del verano.
Además se ha ejecutado un sistema de impulsión de aire de renovación al interior y extracción de aire viciado que garantiza no sólo el cumplimiento del RITE, sino también el mantenimiento de los parámetros de calidad del aire adecuados (CO2, humedad relativa, etc).
Un reto añadido, el aislamiento acústico.
El uso del local como el lugar de encuentro de una asociación y la previsión de situaciones puntuales de generación de ruido hizo que los técnicos del Ayuntamiento de Pamplona-Iruña nos exigiesen las medidas pertinentes para evitar las molestias al vecindario.
Con ese objetivo, se planteó el acondicionamiento de este local como «una caja dentro de otra caja«. Es decir, la existencia de una hoja de revestimiento hacia el interior sin uniones rígidas con el edificio existente. Esto evita la transmisión de las vibraciones de la hoja interior al edificio, lo que sumado a la masa de las paredes y forjados existentes, garantizan un aislamiento acústico adecuado.
De esta manera, tanto las estructuras de trasdosados como la solera elevada y los falsos techos o carpinterías forman parte de esa hoja interior, cuyas uniones con el edificio son siempre elásticas.
La estructura de trasdosados se fijó a las paredes mediante silent blocks; los falsos techos cuelgan de uniones flexibles y la solera se apoya en los tabiquillos conejeros sobre las placas elásticas de fibra de madera; incluso los tubos de instalaciones que traspasan la solera están rodeados de un material flexible en su encuentro. Se trabajó y vigiló especialmente las uniones de solera, trasdosados y falsos techos y los puntos especiales para evitar esas uniones rígidas que podrían servir de puentes acústicos… Tras varios meses de uso del local, todavía no nos ha llegado queja alguna por ruidos generados en el interior.
El camino hacia la bioconstrucción…
Como se desprende del texto, este proyecto de adecuación de un local utilizando principios de bioconstrucción, no es un ejemplo absoluto de lo que debe de ser la bioconstrucción en este ámbito. Nos hemos dejado muchos detalles en el tintero, ya sea por el condicionante del edificio existente, el uso, las personas usuarias o las limitaciones presupuestarias. Sin embargo, creemos que es un avance con respecto a las prácticas convencionales en construcción, que puede crear una sinergia y que es interesante compartir. Además, aunque no siempre se puede optar por lo que uno considera óptimo, lo importante es que sabemos a dónde vamos y cómo se deberían hacer las cosas.
No terminaremos sin aclarar un aspecto fundamental: la bioconstrucción NO es más cara que la construcción convencional. Por mucho que el desembolso económico inicial en bioconstrucción sea más elevado, los costes de mantenimiento y uso son muchísimo más reducidos. Además, por encima de todo, la salud de las personas y la calidad del medio ambiente no tienen precio.
Barbarin (Nafarroa), Abril de 2015.
Miguel Martinez de Morentin Morras, Arquitecto Máster en Bioconstrucción y Medidor de Biohabitabilidad por el IBN/IEB. Proyectista y director de la obra descrita.
Finalmente decir que el proyecto de Acondicionamiento de Local para Centro de Actividades de la Asociación IBILI en Pamplona-Iruña ha sido realizado por Miguel Martinez de Morentin Morras, arquitecto; Daniel Pascual Sánchez, instalaciones; Miguel Ortiz Lizarraga, arquitecto técnico y Ekodeco, empresa constructora.
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